martes, 22 de octubre de 2013

Hacer feliz a una mujer es imposible

Mientras estaba descansando un rato tras la comida, he ido a parar a ver este video de la entrevista a una escritora de coach sobre relaciones, diciendo las verdades como puños para hombre y mujeres. El título de este post viene de una de sus afirmaciones, que es imposible hacer feliz a una mujer, si ella no lo es por si misma. La mujer que describe de "supuesta princesa", que quiere pasar de ser la princesita de casa de sus padres, a princesa y reina en casa de su marido, donde sea tratada como una princesa, en el sentido de ella no asumir la responsabilidad sobre su vida, teniendo que ser el marido quien la mantenga y sea exitoso fuera de casa, la trate con igualdad y respeto porque es su pareja, e incluso lo llegue a tratar como un niño, por su supuesta superioridad como mujer, y al final, él sea el culpable de la infelicidad de ella,  .... joder, es que es lo que yo he vivido en mi matrimonio fracasado.

Señoras, que verdaderas princesas no son las que se lo creen, si no las que se lo curran. Las que asumen la responsabilidad por su vida, la de sus hijos si los tiene, de su felicidad, de su futuro. Las demás son, como dice esta escritora, damiselas que tienen el mismo complejo de Peter Pan, pero en femenimo, del que tanto se nos acusa a los hombres. Y lo demás, monsergas.

Que opináis?!?


domingo, 20 de octubre de 2013

No mereció la pena

He leído en otro blog esta reflexión que creo que reproduce fidedignamente el sentimiento de vacío que nos crean las dependencias emocionales en las relaciones. Terminas siendo un ex-drogadicto de esas sensaciones vividas.

No mereció la pena.

  

la foto


Si algún día alguien me preguntara si mereció la pena, contestaría que no.

Que no la mereció. Que no  mereció tanto sufrimiento, tanto desgarro, tanto dolor, tanta ausencia, tanta espera, tanta decepción, tanto desdén vestido para la ocasión. Por cada segundo en el éxtasis han sido días en la más profunda sima del infierno, en la nada, viendo como todo sin excepción se derrumbaba a mi alrededor. Te sigo buscando, si. Pero como un yonki, que ya no encuentra placer sino hábito que desprecia, que le muestra ante el espejo a esa persona que pudo ser y no fue, que vive por y para esa adicción que ocupa su búsqueda de la mañana a la noche. Por todas partes te veo, te sigo, te noto, te busco, pero nunca logro atraparte: como en un sueño te escapas como una brizna de niebla, siempre en el último minuto, siempre en el peor momento, siempre dejándome helado con tu ausencia.

 

Te necesito, me desprecio, me desprecias, no me necesitas.

 

Crédito: ojalá jamás te hubiera conocido.

....

Y tu que opinas?!?