jueves, 10 de enero de 2013

El amigo gay que no es gay

En primer lugar, desearos a tod@s un feliz 2013, el cual, por muy muy poquito que dé, es imposible que no sea mejor que el 2012, el cual, junto al 2010, son mis 2 "annus horribilis", como los describía la reina Elisabeth II de Inglaterra y Reino Unido.

En segundo lugar, disculparme por escribir tan poco, pero anda con tantos líos en la vida real, que me queda poquito para la vida 2.0. Dedico lo poquito que tengo al twitter, donde estoy descubriendo algunas personas fantásticas, como la mayoría de mis lector@s de este blog. Así que tendré que repartirme un poquito más.

El post de hoy viene por mis experiencias vividas en los últimos 6 meses meses, saliendo con infinidad de mujeres, de edades que van de los 34 a los 49 años. Habrán sido fácil una treintena. Y salir, en el 90% de los casos, ha sido quedar una única vez, charlar de lo divino y de lo humano, contarnos en modo resumen nuestras vidas, sobre todo emocionales, y darnos cuenta que no estamos hechos el uno para el otro. O al menos, en ese momento de nuestras respectivas vidas.

Con las pocas que he salido más, nos hemos entendido muy bien, nos lo hemos pasado en grande disfrutando de las conversaciones, de contarnos más detalles, de incluso contarme ellas sus anhelos y deseos. Con la mayoría de ellas creo que me he convertido en un amigo con el que cuentan para salir y charlar, alguna que otra, incluso de sus desamores con sus pretendientes, amigos o parejas ... vamos, que me he convertido en lo que en una verdadera comedia romántica hollywoodiana definiría como el mejor amigo gay ... sin ser gay, claro está. Porque a mi, a pesar de no entender bien a las mujeres, sobre todo, esos vaivenes emocionales, pero no, no me gustan los tíos. Ni de coña. Que se le va a hacer.

Pues eso, que vuelvo a mi etapa de la juventud, cuando era el chico comprensivo que le hacía compañía a las chicas de su instituto, pero con el que ni de coña se acostaban. Joder! Que palo volver a esa etapa! No es que yo quiera estar liado con una y con otra, pero en esta etapa de mi vida, en que no me apetece estar con nadie en serio, no me importaría un poquito más de movimiento en mis sabanas. Pero desde luego, con ese "mantra" que llevo actualmente, no hay manera. Hace 2 años, hasta que me lié con Guadiana, no había tenido ningún problema en ese sentido, salía y si me apetecía, conseguía tener una chica interesada sin mayores problemas. Que he hecho yo ahora para transmitir cero "follabilidad"?!?! ;-)

Alguna idea? Que os hace a vosotras, siempre que el chico os guste, desear o no acostaros con él?!? Me gustaría que me lo explicarais desde el otro lado de la acera. Me encantará aprender y poder usarlo ese conocimiento en el futuro. Besos.